EL RASTREO
POSTURA DE IMANES (PARES BIOMAGNÉTICOS)
La
disciplina del Biomagnetismo Médico, para un desconocedor, puede ser vista como
un método poco exigente para quien lo practica. Pero no es así si estamos
refiriéndonos a un buen terapeuta con el conocimiento e idoneidad necesaria para identificar claramente y curar cualquier enfermedad, salvo las congénitas; las que están ligadas con un daño físico en la red del sistema neurológico; las averías por accidentes cerebrovasculares; y las insuficiencias renales cuando los riñones ya están completamente destruidos.
Tanta
es la simplicidad que algunos le quieren dar al Biomagnetismo Médico, que ahora han aparecido por
Internet algunos cursos en los que, según se anuncia, gradúan como terapeuta al
estudiante en semanas o en un par de meses. ¿Será que un buen terapeuta con verdadera capacidad de curación se
puede hacer y formar en tan poco tiempo? La respuesta correcta es NO.
1-
CURSOS LIGEROS
¿Qué
es lo que enseñan o entregan en esos cursos?
Se dedican a enseñar al estudiante la postura de imanes por cada
enfermedad. Reducen todo el conocimiento hacia el manejo de una tabla tipo Excel o similar, en la que en la primera columna figuran enfermedades (incluso no dan la lista completa), en otra columna el nombre de los puntos de
la anatomía del paciente en donde hay que colocar los imanes; y, en la tercera, se muestran
unos dibujos tipo caricatura señalando los
sitios para poner los imanes. Eso es todo.
Así
de fácil cualquiera se convierte en terapeuta de Biomagnetismo Médico.
Seguramente
habrá cursos serios, no debemos generalizar; pero cuando ofrecen un diploma de
terapeuta solo en un par de meses, ¿qué seriedad puede tener?
2-
CRÍTICA
Estos
cursos se olvidan de EL RASTREO, no tiene en cuenta los necesarios
conocimientos precisos y exactos en anatomía, en los procesos del metabolismo y
en el funcionamiento de los diferentes sistemas que, necesariamente, debe tener
en forma clara un buen terapeuta. Por eso las ilustraciones indicando la
posición de los imanes en lugar de referir solo el nombre anatómico de los
puntos de los pares. Y parecen suponer, dichos cursos, que para el terapeuta no
es necesario saber de qué se trata cada una de las enfermedades que puede tener
un ser humano. Y tampoco tiene en cuenta los conocimientos acerca de la
interpretación de exámenes de laboratorios y de imágenes de
apoyo diagnóstico que pueda tener consigo un paciente. Porque siempre en su
publicidad, dichos micro cursos, anuncian "Dirigido a todo el mundo";
desde luego que esto es con afanes de lucro.
3-
INCONVENIENTES DEL PSEUDOTERAPEUTA
3.1- EL NOMBRE DE LA ENFERMEDAD
Uno de los inconvenientes que se le presentará con alta frecuencia a estos pseudoterapeutas es del siguiente tipo:
De cada 100 pacientes que visitan a un médico alópata, alternativo o complementario, solo uno llega con el nombre exacto de su enfermedad, porque los pacientes no son médicos, son personas del común y, por lo tanto, lo que comentan son los síntomas que sienten.
No es típico que un paciente se presente en el consultorio a decirle al facultativo, por ejemplo:
─ Vengo a que usted me trate una Esclerosis Lateral Amiotrófica que me está empezando.
No, así no habla el paciente. Éste llegará a decir algo como (en el caso de la enfermedad aludida):
─ Señor, me ocurre que estoy perdiendo la movilidad en los brazos y también estoy disminuyendo notoriamente la fuerza en las piernas. Míreme a ver qué es lo que tengo.
Si el paciente llegara con el nombre preciso de su enfermedad, el terapeuta en Biomagnetismo Médico sacaría su tabla de Excel o similar, buscaría alfabéticamente "Esclerosis Lateral Amiotrófica" y, ya, listo, a colocarle los imanes que la tabla indica en los puntos que los esquemas señalan. Pero así no exponen sus discursos los pacientes.
¿Entonces...? Si el terapeuta no conoce de enfermedades y, menos, no sabe hacer un RASTREO porque no tiene la habilidad o el don de la Bioenergética, ¿qué hace? ¿Cómo trata a éste paciente?
Miremos esta mini lista de enfermedades tomadas al azar:
Eritrocitosis.
Quiste pilonidal.
Hepatitis G.
Litiasis Vesicular.
Enfermedad de Crohn.
Adenoma Hipofisiario.
Síndrome de Ingrid.
Septicemia.
Enfermedad de Lyme.
Fiebre de Malta.
Condroma de Cadera.
Linfoma de Burkitt.
Mastalgia.
Esclerosis falsa.
Miastenia Gravis.
Mielitis Transversa.
Linfadenitis.
Síndrome Nefrítico.
Y, así, pudieran citarse cualquier cantidad de enfermedades. Y, repetimos, no es corriente que el paciente llegue a decir que está sufriendo de tal dolencia y, de una vez, mencione el nombre exacto de su enfermedad. Si así fuera, con facilidad el terapeuta sencillamente aplicaría la tabla y, en teoría, empezaría de una vez a hacerle el tratamiento de curación al paciente.
En la práctica, el paciente siempre llega es a comentar los síntomas. Y si el terapeuta no sabe hacer RASTREO ni tampoco conoce de enfermedades, ¿qué imanes, los de cuál enfermedad, y con qué exactitud va a ponerlos?
3.2- POSTURA PRECISA DE LOS IMANES
En muchas oportunidades el paciente trae un diagnóstico del médico de la EPS o de su seguro médico. Bueno, esto sí es una ayuda siempre y cuando la interpretación de la posición de los imanes con base en la caricatura, sea exacta, que coincida con el punto anatómico.
Porque si, por ejemplo, un imán hay que colocarlo en la Cabeza del Páncreas, es en la Cabeza del Páncreas con absoluta precisión, no en la mitad del Páncreas ni, menos, por ahí cerquita. Si un imán hay que colocarlo en la Glándula Suprarrenal, ha de ser ahí exactamente y no, por ejemplo, en el Riñón que está ubicado de manera contigua. Y, así, centenares de puntos anatómicos unos muy cerca de otros. Y no se admiten equivocaciones porque el proceso curativo no se producirá.
3.3- DESCONOCIMIENTO DE LA FINALIZACIÓN DEL TRATAMIENTO
Y si la persona terapeuta no maneja bien EL RASTREO, aunque esté colocando los imanes bien, no sabrá en qué momento ya el tratamiento terminó. Lo puede suspender antes (grave) o lo puede prolongar más de la cuenta.
3.4- UN MAL DIAGNÓSTICO ALÓPATA
También se dan casos en que el paciente trae un mal diagnóstico dado por su médico tradicional. Por ejemplo, a un paciente le pueden decir que tiene Sarna. Este paciente puede llegar donde el pseudoterapeuta en Biomagnetismo y le comenta que le diagnosticaron Sarna. El pseudoterapeuta procede a colocar los pares de la sarna basado exclusivamente en la tabla. Y resulta (es un caso dable) que el paciente no tiene sarna, está padeciendo es de Psoriasis, y como los síntomas son tan similares viene con un diagnóstico equivocado. De modo que la colocación de los pares de la Sarna jamás le curará la Psoriasis.
Un buen terapeuta en Biomagnetismo Médico siempre hace su propio diagnóstico mediante EL RASTREO. Y en el caso del anterior ejemplo, detectará que los patógenos que tiene el paciente no son los de la Sarna, sino los de Psoriasis.
3.5- LOS EXÁMENES DE LABORATORIO O SIMILARES
Otro caso que es bien común y que puede sorprender al terapeuta graduado en 2 meses: El paciente se le presenta y trae 5 ó 6 hojas o fotocopias que contienen los resultados de los exámenes que le hicieron en el laboratorio clínico para que el terapeuta los interprete y proceda. Aquí cualquiera puede imaginar lo que ocurre.
4- BAJA IMPORTANCIA OTORGADA AL RASTREO
El peso o grado de influencia del RASTREO mediante BIOENERGÉTICA, es de igual o de mayor
importancia que la postura de los imanes; definitivamente cumple una función vital dentro de la ciencia completa del Biomagnetismo Médico.
Pero, la mayoría de las enseñanzas que comercialmente venden por Internet, solo orientan en la colocación de los imanes, con las debilidades arriba ya explicadas. En cuanto a la BIOENERGÉTICA, la dejan un tanto de lado como para estudiar y desarrollar en casa (algunos cursos ni la mencionan). Y es que, de hecho, no todo el mundo puede desarrollar esa capacidad.
Pero, la mayoría de las enseñanzas que comercialmente venden por Internet, solo orientan en la colocación de los imanes, con las debilidades arriba ya explicadas. En cuanto a la BIOENERGÉTICA, la dejan un tanto de lado como para estudiar y desarrollar en casa (algunos cursos ni la mencionan). Y es que, de hecho, no todo el mundo puede desarrollar esa capacidad.